Paso lento, ¿paso seguro?
Debemos aceptarlo, caímos en una o varias tentaciones y llevamos nuestra tarjeta de crédito al límite, lo que nos ha dejado como resultado el tener una cartera más ajustada, sin la oportunidad de cumplir con los pagos que correspondan para cubrir nuestra deuda en el plazo definido.
Sí, suele suceder y por ello, muchas veces optamos por pagar el mínimo, pero debes tener en cuenta que ésta definitivamente no es la mejor opción. Son dos razones principales por las cuales debemos evitarlo, entre ellas está el tiempo en el que terminarás de liquidar tu deuda y la otra es que los intereses se van acumulando y al final pagarás más de lo previsto.
De poquito en poquito se va llenando el jarrito
Sí, es cierto que el pagar el mínimo de un saldo pendiente, nos apoya a no manchar nuestro historial crediticio, pero esta práctica no es recomendable puesto que mientras menor sea la cantidad que abonamos, es mucho más el plazo en el que tardaremos de liquidar nuestra deuda. Digamos que ese “jarrito” terminará de llenarse en mucho tiempo.
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¡QUIERO MI PRÉSTAMO!
Al pagar el mínimo, estarías empezando una historia de terror que en un futuro parecerá que nunca terminará, puesto que corres el riesgo de perder el control de la deuda, permitiendo que los intereses hagan que tu cuenta se haga impagable.
Debes tener muy presente que, de alguna manera, la única “ventaja” de pagar el mínimo de tu tarjeta de crédito, será el mantener tu historial crediticio al día y, por otro lado, tendrás que esperar muchísimo tiempo para ver que el saldo de tu cuenta empiece a “bajar”.
El principal motivo por el cual sucede esto, es porque al pagar el mínimo, esa cantidad será destinada para cubrir los intereses y las comisiones del mes correspondiente, e incluso el IVA que algunas instituciones bancarias cobran, haciendo que, de esa cantidad, sólo una mínima parte se destine a capital. Por ello esto pudiera convertirse en un cuento de nunca acabar.
El remedio de la abuela: consejos para usar el pago mínimo a tu favor
Hay ocasiones que nos es imposible cubrir el pago completo de la mensualidad de nuestra tarjeta de crédito. Puedes optar por realizar el pago mínimo sólo como emergencia, y cuando puedas cubrir un poco más hazlo, así evitas más intereses moratorios y mantienes tu historial al día.
Si tu deuda ya está “por los cielos” y no tienes de otra más que cubrir los mínimos, puedes acercarte a otras instituciones bancarias, para ver qué ventajas te ofrecen por absorber tu deuda, muchas veces puedes adquirir un crédito con una tasa anual menor y te olvidas de los cargos moratorios y las comisiones. Sólo deberás comprometerte a pagar los plazos según los términos establecidos.
Por: Karla Silva
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