La TAE es la Tasa Anual Equivalente. Esta herramienta nos permite comparar préstamos con distintos plazos de pago y con diferentes cantidades para analizar en términos iguales, cuál es el préstamo que más conviene según los objetivos.
En ocasiones, los préstamos que encontramos pueden tener plazos distintos, montos distintos y tasas de interés distintas. La combinación de estos factores puede complicar nuestro proceso de decisión debido a que no es tan sencillo comparar los préstamos con esta información. Es por eso que existe la TAE para facilitar esta comparativa y ayudarnos a tomar la mejor decisión para nuestros objetivos.
¿Cómo se calcula la TAE?
La TAE se calcula a partir del interés compuesto anual donde los intereses generados no se trasladan durante el periodo de tiempo. Esto nos ayuda a obtener los gastos o las ganancias generadas a través del tiempo en préstamos o inversiones respectivamente.
Si bien la mayoría de los préstamos incluyen el cálculo de la TAE en su información, es importante saber cómo generarlo debido a que podremos comprender mejor la obligación que estamos adquiriendo, y que es lo que financieramente se espera de nosotros para los pagos.
TAE = ((1+(r/f))^f) – 1
En la ecuación podemos ver dos variables de las cuales dependerá nuestro porcentaje de TAE para nuestro préstamo.
Aquí r es el tipo de interés nominal que se puede calcular por los periodos de pago, ya sean semanales, quincenales o mensuales. La otra variante es f que representa la frecuencia de pagos de los intereses.
Esto puede llegar a sonar muy complicado pero es mucho más sencillo de lo que parece. Pongamos un ejemplo: si nosotros pedimos un préstamo de $2,000 MXN con un periodo de pago de 30 días y un interés de 1.5%, entonces con esto podemos calcular cuál será el TAE final.
TAE = ((1+(1.5%/30))^30) – 1
TAE = ((1+(0.015/30))^30) – 1
TAE = ((1+(0.0005))^30) – 1
TAE = (1.0005^30) – 1
TAE = 1.01510925922 -1
TAE = 0.1510925922
TAE = 1.510925922%
Total de cantidad a pagar 2000×1.01510925922 = $2,030.21
¿Cómo funciona la TAE?
Como podemos ver en el ejemplo, una vez que contamos con la TAE de nuestro préstamo, podemos calcular con base en nuestro préstamo inicial, cuál será nuestro pago final una vez concluida nuestra operación.
Es así que a pesar de que durante nuestra investigación de qué préstamos y qué factores tomar en cuenta al momento de solicitar un préstamo, podemos llegar a comparar préstamos que ofrecen cantidades similares pero en el cual la tasa de interés y la cantidad de pagos son muy distintas.
Al obtener la TAE de ambos, es que podemos equiparar directamente cuál de los dos préstamos nos conviene más.
Lo más importante de un préstamo es solicitar el que mejor se nos acomode y que nos ayude a cumplir nuestros objetivos. En ocasiones esto puede llegar a significar el banco que menos requisitos nos ponga, la entidad financiera con métodos de pago más variados o la institución que más velozmente nos pueda proporcionar el dinero el dinero que necesitamos.
Sea cual sea el factor que más queremos privilegiar dentro de nuestra toma de decisiones, la TAE terminará siendo la herramienta que nos permitirá comprender verdaderamente el valor económico de cada préstamo.
Al final del día podemos irnos con un préstamo que nos cueste más pero nos dé muchas facilidades, pero lo importante es analizar cuáles son los gastos que estamos dispuestos a adquirir para obtener dichas facilidades.
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