Por naturaleza, los seres humanos somos sociales y es normal que a las personas nos cueste trabajo asimilar el estar en casa todo el tiempo, debido a la cuarentena por Covid-19, o al estar trabajando remotamente y, hasta que haya una vacuna o un antiviral, la mejor medida para evitar contagios, seguirá siendo estar en casa.
Esto ha provocado, en gran parte de la población, incertidumbre, ansiedad e, incluso, depresión y es totalmente normal. Hay que trabajar en estar en forma mentalmente también durante el periodo de aislamiento social por la pandemia y, en medida de lo posible, adaptar estos hábitos que nos ayudarán a sentirnos mejor física y emocionalmente.
Ejercicio
Está comprobado científicamente que hacer ejercicio nos ayuda a elevar el sistema inmunológico. Si eres de las personas que no les gusta hacer ejercicio, puedes empezar con alguna aplicación para activarse durante 30 minutos y eso automáticamente genera que el cuerpo libere adrenalina, endorfina y serotonina.
Es importante buscar un programa en línea con coaches certificados y que te asegures que conocen cómo puede reaccionar tu cuerpo a ciertos movimientos. Ese es otro de los grandes retos de estar haciendo ejercicio a la distancia. Por otro lado, estar en casa te permite darte más espacio para activarte y tomar una clase desde cualquier parte del mundo.
Al terminar cansado, te darás cuenta que también esto te ayuda a conciliar el sueño de mejor manera.
Alimentación
Estar en casa es una oportunidad para comer de manera más saludable de lo que hacemos regularmente, no tenemos tentaciones de pedir comida de la calle o con altos niveles calóricos.
Estar en cuarentena es un excelente momento para cuidar lo que comemos, mantenernos hidratados y armarnos un plan nutricional sin necesidad de gastar mucho. Te aseguro que si cuidas más lo que comes, te sentirás con más energía, mejor contigo mismo e, incluso, liberarás más testosterona.
Debemos desarrollar una cultura de prevención, darle vitaminas a nuestro cuerpo y mente, además de buscar estar bien con nosotros mismos; una forma de obtener esto es a través de la aromaterapia. Para ayudar a complementar tu alimentación de manera natural y evitar al mismo tiempo, automedicarnos o tomar la menor cantidad de medicamentos y químicos posible.
Aromaterapia
Los aceites esenciales de grado terapéutico puro, actúan sobre nosotros de manera inconsciente, llegan directamente al hipotálamo -al ser partículas volátiles que entran por los cornetes- esto, automáticamente, nos ayuda a tener una mejor reacción al estar en casa ya que afectamos nuestro entorno de manera positiva, promueve la relajación y la introspección.
Para las personas que no son muy activas y que son ansiosas, la lavanda es una excelente opción por sus propiedades relajantes, hay otros específicos para el estrés. La menta, por ejemplo, es energía pura dándote un efecto positivo que te permite no abusar de otras cosas, como el café.
Meditación
Desde la experiencia de confinamiento que vivimos, encontramos diferentes estados que no sabíamos que podíamos vivir como son: el miedo, la tristeza y el enojo; meditar nos ayuda a entender el origen de estos sentimientos.
Existen aplicaciones de meditación guiada y, al inicio, solo necesitas dedicarle 5 minutos al día y notarás cómo comienzas a dominar tu respiración, te haces consciente de tu cuerpo y, una vez más, este punto servirá para relajarte y reducir el estrés.
Comunicación
Tener comunicación con las personas con las que estamos pasando este momento es súper importante, especialmente con tu pareja, en caso de contar con una. Darse el momento de saber cómo se sienten, su visión de las cosas y desconectarse de todas las nuevas actividades por el periodo de aislamiento en casa, hará una enorme diferencia en cómo nos sentimos emocionalmente, saber que no estamos solos y que podemos compartir con los demás.
También hay que procurar mantener el contacto con aquellas personas que apreciamos y que de momento no podemos ver.
Finalmente es muy importante que todos nos demos el espacio que necesitamos para hacer las cosas que necesitamos y que nos dan tranquilidad. En estos tiempos, también hemos aprendido mucho respecto a la compasión y cómo el aislamiento puede afectar nuestras horas activas de productividad.
Hay mamás que trabajan y ahora también han tenido que convertirse en maestras. Hay amas de casa cuyo espacio se ha convertido en oficina y la realidad es que todos tenemos que adaptarnos y entender que todos necesitamos nuestro lugar para poder recargar energías y entender que los niños, por ejemplo, sigan jugando; para ellos puede ser mucho más complejo entender el confinamiento.
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Por Mariana García Michel
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4 comentarios
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