La economía doméstica se refiere al análisis y la comprensión de cómo las familias gestionan sus recursos financieros. Es un concepto de lo más relevante pues contribuye a comprender los patrones que se tienen en el hogar en cuanto a gastos, ahorro e inversión.
El propósito de la economía doméstica es que las familias puedan administrar de manera eficiente su economía, con el objetivo de promover una cultura financiera sana. Te invitamos a descubrir más sobre este concepto en este artículo.
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¿Cuál es el objetivo de la economía doméstica?
La economía doméstica, del hogar o familiar, como también se le conoce, es un campo de estudio de la economía que centraliza sus esfuerzos en conocer cómo se administra el dinero en las familias. El principal objetivo de la economía familiar es la optimización de los recursos con base en los ingresos disponibles que se tienen en un hogar.
La educación financiera es indispensable, iniciar con esta formación desde casa, es de lo más relevante, ya que es el principal espacio en el cual se adquieren conocimientos y habilidades que se aplicarán en distintas áreas de nuestra vida.
Es importante centrar esfuerzos en la economía doméstica ya que esta nos permite:
- Presupuestar los gastos
- Proteger nuestro patrimonio
- Tener un ahorro
- Invertir para hacer crecer nuestro dinero
La economía doméstica busca que todas las personas involucradas tengan conciencia de lo importante que es tomar una decisión con base en un presupuesto. Es muy sencillo recibir dinero y simplemente gastarlo, analizar la situación financiera, ayuda a que se tenga una mejor perspectiva.
De tal manera que puedas conocer claramente tus deudas, las posibilidades que tienes de invertir dinero, qué necesidades tienes que cubrir y cuándo es posible gastar para darte un gusto, esto ayuda a que tomes una buena decisión y no solo actúes por impulso frente a tus compromisos financieros.
Consejos para llevar una buena economía doméstica
Para la Profeco, la “salud financiera de una familia se construye con las decisiones que sus integrantes toman todos los días”. Es por esto que nos ofrece distintas recomendaciones que pueden ser el punto de enfoque para llevar una economía doméstica sana.
Elabora un presupuesto
Es posible que esto requiera tiempo y esfuerzo de las personas que integran el hogar, sin embargo, te ahorrará dinero y te ayudará a alcanzar distintas metas. Para elaborar tu presupuesto debes iniciar por definir los gastos e ingresos que tienes, por ejemplo de manera mensual.
Con base en estos números, analiza cuáles son los gastos que puedes eliminar y destinarlos para ahorro o inversión. Para que el presupuesto funcione bien, es necesario que todas las personas reflexionen sobre las necesidades que tendrán en dichos meses, para que sea lo más apegado a la realidad. Una vez que tengas listo tu presupuesto, apégate a él, lo más sencillo es dejarlo de lado, pero para que funcione, deberás seguirlo con exactitud.
Prioriza gastos
Deben organizarse para poder planear las compras y así realmente diferenciar qué cosas pueden esperar un tiempo y cuáles son indispensables. Si no realizas este ejercicio es probable que gastes en algo que no era necesario y que debas recurrir a financiamientos para cubrir aquello que sí sea prioritario.
Analiza tus compras
Trata de planear en la medida de lo posible los gastos que tengan como familia, así evitarás compras por impulso que pueden dañar tu economía. Si han decidido comprar algo que requieren, entonces trata de aprovechar descuentos o promociones que te ayuden a ahorrar.
Usa con responsabilidad tu crédito
Es indispensable que todas las personas que forman parte de esa economía doméstica tengan claro que las tarjetas de crédito, por citar un ejemplo, no son ingresos extras. Que se deben utilizar con responsabilidad y que es un compromiso de pago a futuro.
Si planeas tus compras puedes aprovechar una buena promoción que puedes pagar a crédito y que te ayudará a ahorrar o a realizar el pago del bien o servicio en parcialidades.
Fomenta el ahorro
Ahorra de manera formal y crea un hábito del ahorro en casa. Recuerda que este te ayuda a enfrentar eventualidades y que dichas eventualidades no afecten la economía familiar. Todos pueden participar en el ahorro doméstico y hacerlo parte de la cultura del hogar.
Analiza posibilidades de inversión
Si está dentro de tus posibilidades, considera invertir, recuerda que a diferencia del ahorro, al invertir tu dinero crece, es una excelente idea para prepararte para el futuro y planear tu retiro.
Por último consejo, para llevar una economía doméstica sana se deben establecer metas, estas metas deben de ser realistas, debes ajustarlas a tu ingreso y gasto. Para que sean más sencillas de cumplir un buen tip es dividirlas en metas a corto, mediano y largo plazo. No te olvides que en estas acciones deben estar involucrados todos los integrantes de la familia.
Recuerda, este es un texto informativo que contiene sugerencias. En Kueski no nos hacemos responsables por los resultados obtenidos al utilizar los productos/servicios aquí mencionados.
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